Hoy me apetecía escribir una nueva entrada sobre nuestra visita a Escocia, un país que nos encantó por mil razones, entre ellas por ser el escenario natural de muchos de los paisajes que podemos ver en las películas de Harry Potter, de las que nos declaramos auténticos fans.
En su día ya os conté la fuerte relación que existe entre J.K.Rowling y Edimburgo, también dediqué varias entradas a descubrir lugares mágicos de la saga en Escocia, como la mítica cabaña de Hagrid en Glencoe (valle donde se han rodado muchas otras películas) o el lugar dónde se encuentra la tumba de Dumbledore.
Pues bien, la entrada de hoy, que por cierto está muy cerquita de la tumba de Dumbledore, es probablemente el sitio favorito de todo buen fanático de niño mago en Escocia, un verdadero lugar de peregrinación de los potterheard, al fin y al cabo, ¿ qué fan de la saga no reconoce inmediatamente este famoso puente ferroviario?...
¡Exacto! se trata del viaducto por el que pasa el Expreso de Hogwarts en su camino a la escuela de magia más famosa del mundo.
Este viaducto aparece en al menos tres películas de la saga, pero sin duda su escena más icónica es en Harry Potter y la Cámara de los Secretos, cuando el tren casi acaba atropellando al viejo Ford Anglia volador conducido por Ron, quien tuvo que maniobrar bruscamente e incluso llega a pasar entre los arcos del viaducto.
Pero no es la única escena donde sale el viaducto, en Harry Potter y el prisionero de Azkaban, el tren se detiene justo en mitad del puente tras un ataque de los Dementores, que buscaban a Sirius Black.
Para ello, lo primero que deben saber es que por esta línea circulan varios trenes de la West High Line, pero el que nosotros buscábamos ver era el Expreso de Hogwarts que no es otro que el viejo tren de vapor que hace la ruta jacobita entre Fort Williams y Mallaig.
Recuerdo que cuando escribí la entrada de la tumba de Dumbledore comentaba que el precio del billete del tren jacobita era muy caro, pasaba los 50€...pues bien ya va por encima de los 60€ el trayecto, y aun así se llena, y no solo por fans de la saga, aunque sean clara mayoría frente a despistados muggles.
En fin, lo bueno de no montar en el tren, es que lo podemos ver atravesando el viaducto como en las pelis, y para ello es imprescindible saber la hora aproximada a la que va a pasar por este punto. El horario lo tienen en la web oficial, y deben calcular unos 40 o 45 minutos más, que es lo que tarda en llegar el tren al viaducto, por lo tanto si sale a las 10:15h de Fort Williams, yo estaría preparado entorno a las 10:45h por que más vale prevenir jeje. Y si deciden verlo en sentido contrario, saliendo de Mallaig, calcular 30 o 40 minutos más.
Claro, y vosotros diréis, todo eso esta muy bien, pero ¿ dónde narices está el viaducto?. Es verdad, llevo un rato escribiendo y no había mencionado, está cerca de la pequeña aldea de Glenfinnan en las Tierras Altas de Escocia, por supuesto.
Existe un aparcamiento en la zona de pago (3,5 libras al día), pero ya os digo que hay que ir con mucha antelación. Nosotros tuvimos que aparcar bastante alejados en un saliente de la carretera que no nos daba mucha confianza, pero al menos era gratis.
Existe un aparcamiento en la zona de pago (3,5 libras al día), pero ya os digo que hay que ir con mucha antelación. Nosotros tuvimos que aparcar bastante alejados en un saliente de la carretera que no nos daba mucha confianza, pero al menos era gratis.
Una vez estacionado toca andar un poquito hasta llegar al viaducto, no se preocupen, es una caminata corta y agradable de unos 10 o 15 minutos con una suave pendiente.
Una vez que lleguen a la altura del viaducto, hay que pasar por debajo de un arco y seguir a su izquierda subiendo una pequeña colina. No hay pérdida, probablemente no estarán solos en la excursión jeje.
El caso es que después de la espera, mayor o menor, comienza el mini show del tren, y es que el maquinista, sabedor que está en un punto clave, aminora la marcha del tren justo al inicio del viaducto, que desde la colina se aprecia en su totalidad, para realizar el trayecto a velocidad lenta, de menos a más, recorriendo sus 416 metros.
Al final, cuando el tren ya se va alejando, los viajeros y los que estamos en la colina, nos saludamos mutuamente, porque lo que Harry Potter ha unido, que no lo separe un muggle.
Esta marcha lenta permite por un lado que los pasajeros del tren puedan apreciar y tomar fotos de toda la curva del precioso viaducto con sus 21 arcos, y por el otro, esto nos da tiempo a prepararnos a los que estamos en la colina. Pero hay una razón más, y es preparar la maquina de vapor, porque es ahora cuando el tren tiene que lucirse.
Lentamente el tren avanza con su sonido característico, empieza a echar vapor por la chimenea, especialmente hacia mitad el puente donde hay una pequeña elevación, y entonces el maquinista hace sonar la bocina varias veces .
Como puntos negativos hay que señalar que la cosa no dura mucho tiempo, en unos minutos el tren mágico "desaparece", y también sabed que el nivel de vapor depende de varios factores, de la carga del tren, de las ganas de espectáculo que tenga el maquinista, y sobre todo de la humedad ambiental, por eso es posible que si van en un día caluroso no puedan ver mucho vapor, como fue nuestro caso.
A pesar de eso, la experiencia es muy chula, bueno si sois seguidores de la saga claro, sino, en vez de ver al Expreso de Hogwarts llevando a los jóvenes niños magos al más famoso colegio de magia y hechicería del mundo, pues veréis un tren pasando por un puente y muchos "locos" aplaudiendo jajaja.
Sino es el caso y quieren seguir con la experiencia Potter, no se vayan todavía, porque si vuelven sobre sus paso hasta el parking, justo al lado del Centro de Visitantes de Glenfinann sale un pequeño sendero que, en apenas unos metros de subida llega a un mirador que te permite contemplar por un lado unas vistas maravillosas del viaducto y del valle (ojo, el sendero puede resultar resbaladizo, conviene llevar calzado adecuado)
Pero siguiendo con el mirador, si miramos hacia el otro lado, nos encontramos con otra vista maravillosa, aunque distinta según los ojos del que mira, ya que si miramos con ojos muggles, veremos el monumento nacional de Glenfinnan y el cuarto mayor lago de agua dulce de Escocia, el precioso Lago Shiel.
Ahora, si miramos con ojos mágicos, lo que estamos viendo es el famoso Lago Negro que está en los terrenos de Hogwarts, y al mismísimo colegio Hogwarts justo donde he marcado la flecha, al fin y al cabo, el destino final del tren no es otro que el colegio.
¿No lo ven todavía? no se preocupen, les hecho una mano.
El Lago Negro ha aparecido prácticamente en todas las películas de la saga, aunque no siempre se trataba del Lago Shiel, sino que se usaron también otros lagos escoceses para recrearlo. Son muchas las escenas en las que aparece el lago, cuando los alumnos de primer año llegan en bote al colegio, cuando Harry vuela sobre el encima del hipogrifo Buckhead, cuando se celebra la segunda prueba del Torneo de los 3 Magos...
El lago es muy importante en la historia, y este lago Shiel, aunque no fue el único, si fue el más utilizado pare estas escenas en las películas. Además también aparece en una escena de otra película mítica, Los Inmortales, ya os hablé de eso en esta entrada.
Llegados a este punto, voy a bajar un poco el tema friki para contaros porqué este lugar es tan importante para los escoceses. Y es que fue aquí donde comenzó el levantamiento jacobita en 1.745 cuando el príncipe Charles Edward Stuart ( "Bonnie Prince Charlie") levantó su estandarte a orillas de este lago para reclamar el trono en nombre de su padre James Stuart.
Ocho meses más tarde, todo acabó en tragedia en la batalla de Culloden de 1.746 con numerosos soldados fallecidos en las filas jacobitas (si sois seriéfilos y quieren saber más de la batalla de Culloden, les recomiendo la serie Outlander cuyas primeras temporadas se rodaron por toda Escocia).
Ocho meses más tarde, todo acabó en tragedia en la batalla de Culloden de 1.746 con numerosos soldados fallecidos en las filas jacobitas (si sois seriéfilos y quieren saber más de la batalla de Culloden, les recomiendo la serie Outlander cuyas primeras temporadas se rodaron por toda Escocia).
Para rendirlos homenaje, en 1.813 una rama menor del clan Donald construyó una torre que sigue en pie hoy en día, y aunque algo inclinada, es posible visitarla.
Creo que con esto es hora de cerrar este curioso post, pues como decía Albus Dumbledore, "La curiosidad no es un pecado, Harry, pero debemos ser cautos con ella".
Travesura realizada.
¡Buen post! Escocia, con sus paisajes místicos y castillos ancestrales, ofrece una inmersión única en la historia y la cultura celta. Sus lagos serenos y montañas escarpadas invitan a explorar sus leyendas, como la del famoso monstruo del Lago Ness.
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