Hace ya algún tiempo recomendaba en este mismo blog un restaurante en el Algarve para sorprender a tu pareja llamado "O Caniço", pues bien, la entrada que les traigo hoy va por la misma senda ya que les quiero recomendar otro restaurante del Algarve muy peculiar, la Casa Chico Zé
Antes de continuar os diré que al igual que ocurría con el anterior post, ni "O Caniço" ni "Casa Chico Zé" me han pagado o invitado absolutamente a nada, simplemente hablo de ellos porque me parecen locales diferentes y me apetece recomendarlos.
Una vez aclarado lo anterior os contaré que Casa Chico Zé no es un lugar romántico como "O Caniço", de hecho está situado justo al lado de una rotonda con mucho tráfico por lo que la primera impresión no es nada alentadora.
Sin embargo la gente no viene hasta aquí para buscar un rinconcito de amor, vienen para comer buen pescado fresco a un precio razonable...y aquí es precisamente donde destaca este sitio...en su excelente relación calidad-precio...
..lo malo es que el local es ya un secreto a voces, de hecho hay muchos que lo descubren simplemente porque ven la cola de coches en el aparcamiento y deducen con buen criterio que se debe comer bien. Así que probablemente tendrán que esperar una considerable cola para poder sentarse a la mesa mientras observan como otros afortunados van dando buena cuenta del delicioso pescado a la plancha.
Además se da la circunstancia que no es un local para turistas ya que la gran mayoría de los comensales son portugueses, y resulta que los portugueses normalmente suelen comer antes que los españoles por lo que, salvo que hagan una reserva, casi con seguridad les tocará esperar.
Por suerte la cola va bastante rápida y en menos de lo que piensan en primera instancia estarán disfrutando de su comida...
¿Sabían que los portugueses son los terceros mayores consumidores de pescado (per capita) del mundo sólo por detrás de Islandia y Japón? así que no es de extrañar que tenga tan buen hacer en su preparación.
En Casa Chico Zé son especialistas preparando el pescado a la brasa, sobre todo "sardinhas y carapaus" (sardinas y jureles), tanto que podríamos decir que es su plato mas demandado, eso sí, bien acompañado de un buen "vinho verde" por supuesto. Por otro lado los postres caseros también merecen una mención aparte, están todos buenísimos y no me atrevo a recomendar ninguno en particular, aunque he de reconocer que no soy objetivo ya que soy bastante goloso y en Portugal me he zampado algunos de los mejores postres que he probado en mi vida (más allá de los famosos pasteles de Belem)
En conclusión, que la comida está muy buena y además por poco dinero, pero por suerte en Portugal eso es algo bastante común y para nada exclusivo de este local, entonces ¿por qué le dedico una entrada entera a Casa Chico Zé? pues porque además de comer de maravilla, el local esconde algunas que otra sorpresa...
...por ejemplo, si visitan el restaurante en verano, que es lo más normal, probablemente coman en estas largas mesas compartidas. Como pueden ver aquí el decoro no importa y pueden venir incluso en bañador, de hecho os lo recomiendo encarecidamente por dos motivos, el primero es que puede ocurrir que os salga un día de mucho calor y en la terraza no hay aire acondicionado disponible por lo que es conveniente venir fresquito, y el segundo motivo es este....
...una piscina gratuita a disposición de los clientes.
Resulta curioso que la mayoría de los comensales ni siquiera saben de su existencia, pero justo al lado del restaurante hay un complejo que pueden visitar libremente antes o después de la comida y que incluye la piscina que, como pueden ver, está bastante bien, aunque eso sí, no vimos ningún socorrista vigilando por los alrededores, así que cuidado con los peques.
Si prefieren no bañarse o bien visitan el restaurante en época no estival, también les recomiendo que se den un paseo por la hacienda porque podrán ver por ejemplos animales de granja como caballos en la cuadra o una zona con aves de corral como patos y gallinas, además también podrán ver antiguas herramientas de labranza o transportes propios del siglo pasado...
A medida que vayan paseando por la hacienda las sorpresas se van sucediendo una tras otras, por ejemplo, en el jardín podrán encontrar una especie de espada de "excalibur" oxidada, clavada en una roca con forma de corazón...
...un lago artificial donde en teoría se puede hasta pescar, aunque cuando lo visitamos estaba casi seco, una estatua de una vaca y ovejas a tamaño natural, un dolmen que imagino es más falso que el máster de Cifuentes e incluso un rústico gimnasio al aire donde practicar sus dotes como boxeador...
Además de poder pasear libremente por el jardín, también podrán entrar en los distintos edificios que conforman el complejo, como las cuadras, un gallinero, diversos almacenes donde guardan viejos aperos de labranza e incluso una destilería con varios barriles. Todos los edificios cuentan con placas con el nombre del mismo, están en portugués pero la mayoría se entienden perfectamente.
De entre los edificios del complejo destacan principalmente dos, por un lado la pequeña y fresquita Capilla de la Torre...
...a su derecha pueden ver, aparte de la estatua de la vaca, una columna con una pequeña virgen a sus pies y que según el cartel anexo es la Vela de la Paz del año 1940.
Y el otro edificio que me gustaría destacar y que de hecho fue el que más me gustó, es esta curiosa escuela que está al lado de la capilla...
con sus pequeños pupitres de madera con agujeros para el tintero, su estantería llena de libros viejos, su pequeña pizarra y un anticuado mapa portugués, este pequeño rincón te traslada automáticamente a los años 50.
Además detrás de la puerta del fondo hay otro pequeño secreto...
...la pequeña habitación del maestro. Dos cosa están claras, no se puede vivir más cerca de tu puesto de trabajo y el maestro o la maestra no era muy alta a juzgar por el tamaño de esa cama... ¿verdad?.
Realmente ignoro si este espacio es sólo pura decoración o si realmente se usó para la enseñanza durante aquella época...ay...si me pillara el maestro....
Lo que sí sé es que como han podido comprobar merece la pena visitar Casa Chico Zé, y si resutla que al final tienen que esperar un poco para ser atendidos...no se preocupen y recuerden, están de vacaciones.
Por cierto Casa Chico Zé está sólo a 15 minutos de Ponta Piedade y sus fantásticas grutas, por lo que pueden aprovechar para hacer esta bonita excursión.
Ate Ja¡¡
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