Comienza otro año más la famosa Feria de Abril de Sevilla y como siempre es frecuente escuchar en todos los telediarios que el recinto ferial es como un pequeña ciudad efímera, con sus calles con nombre de toreros famosos, su peculiar tráfico ecuestre, su particulares "viviendas" roji-blancas o verdi-blancas y su portada cambiante todo lo años..
Por cierto que este año está inspirada en el Pabellón de Argentina de la Exposición del 29. El motivo es que Sevilla quiere rendir homenaje a la Danza y hoy en día el Pabellón de Argentina es la Sede del Conservatorio Profesional de Danza. Como dato curiosos deciros que la portada no se monta de la noche a la mañana, llevan desde mediados de diciembre montando la estructura y es que tiene una altura de 40 metros, un peso de unos 230.000 kg de peso y un coste de casi medio millón de euros....casi na¡¡.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, esta que os voy a contar, es la historia de un juerguista que amaba tanto la feria que incluso decidió pasarse después de muerto...
Todo ocurrió un Lunes del pescaito (primer día de la feria) durante los años 90 en la calle Ignacio Sanchez Mejía.
Según cuentan, un vigilante de seguridad de una caseta se disponía a echar el toldo a una caseta, pues ya eran las cinco de la madrugada y sólo quedaba él...
En esto estaba nuestro amigo cuando entró en la caseta un individuo vestido con traje corto, sombrero cordobés y un clavel rojo en la solapa lo cual era algo raro ya que no era la hora adecuada para ir de esa guisa y además con el toldo de la caseta echado parecía que se hubiese colado dentro sin permiso,...
...sin embargo dado la actitud "chulecas" del individuo consideró que debía ser un socio ya que se dirigió a la barra del bar sin hacer caso al vigilante y cogiendo una botella de fino se sirvió una copa, dio un medio sorbo y se fue.
Al día siguiente, para sorpresa del vigilante se repitió la misma escena. Aquello ya mosqueó un poco más al buen hombre porque el toldo estaba cerrado y ese individuo sólo podía haber entrado por debajo por lo que de no ser un socio, era claramente un caradura....además también le extrañaba que bebiera fino en vez del famoso rebujito que se estaba poniendo de moda...
A la tercera noche el vigilante cerró la caseta de nuevo y esperó al sujeto que efectivamente volvió a aparecer en la caseta a las cinco y se dirigió a la barra. Sin embargo esta vez el vigilante le exigió que se identificará.
Con cierto mosqueo el individuo le dijo su nombre y ademas que él era el socio fundador de la caseta y que tenía más derecho que nadie a disfrutar de una copa en esa caseta. El vigilante sorprendido ante la actitud del individuo decidió dejarle sólo en la barra y le esperó fuera de la caseta, sin embargo cuanto volvió a entrar en la caseta el sujeto se había vuelto a esfumar.
Al día siguiente el vigilante le contó lo sucedido al presidente de la caseta quién se quedó de piedra al oir el nombre, ya que efectivamente era el socio fundador, pero esta persona había muerto hacía 4 años precisamente cuando volvía de la Feria. Para asegurarse le enseñó una foto al vigilante quién reconoció inmediatamente al sujeto entre otras cosas porque llevaba el mismo traje, sombrero y clavel rojo en la solapa.
Esa misma noche el vigilante y el presidente esperaron al borrachín nocturno, pero este no apareció, sin embargo cuando entraron en caseta se encontraron una botella de fino, una copa y un clavel rojo al lado....
Curiosa historia, ¿verdad?. Yo por mi parte he intentado averiguar la verdad sobre este asunto, así me he acercado al ferial y he estado preguntando en la calle Ignacio Sánchez Mejía para averiguar cual era la famosa caseta del fantasma.....sin embargo siempre me contestaban....
A pesar de todo sí que pude encontrar un fantasma y de los gordos cuando paseaba por al calle del infierno, que es la zona de las atracciones de la feria...Ya advierto que aunque sea sólo un dibujo espectral, esta imagen puede herir su sensibilidad....
Supermacho ibérico pone..jajaj. Bueno espero que les haya gustado esta pequeña entrada...pero es que estoy deseando irme a la Feria ya...al fin y al cabo son sólo 7 días de nada,,,,
Nos vemos.
Por cierto que este año está inspirada en el Pabellón de Argentina de la Exposición del 29. El motivo es que Sevilla quiere rendir homenaje a la Danza y hoy en día el Pabellón de Argentina es la Sede del Conservatorio Profesional de Danza. Como dato curiosos deciros que la portada no se monta de la noche a la mañana, llevan desde mediados de diciembre montando la estructura y es que tiene una altura de 40 metros, un peso de unos 230.000 kg de peso y un coste de casi medio millón de euros....casi na¡¡.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, esta que os voy a contar, es la historia de un juerguista que amaba tanto la feria que incluso decidió pasarse después de muerto...
Todo ocurrió un Lunes del pescaito (primer día de la feria) durante los años 90 en la calle Ignacio Sanchez Mejía.
Según cuentan, un vigilante de seguridad de una caseta se disponía a echar el toldo a una caseta, pues ya eran las cinco de la madrugada y sólo quedaba él...
En esto estaba nuestro amigo cuando entró en la caseta un individuo vestido con traje corto, sombrero cordobés y un clavel rojo en la solapa lo cual era algo raro ya que no era la hora adecuada para ir de esa guisa y además con el toldo de la caseta echado parecía que se hubiese colado dentro sin permiso,...
...sin embargo dado la actitud "chulecas" del individuo consideró que debía ser un socio ya que se dirigió a la barra del bar sin hacer caso al vigilante y cogiendo una botella de fino se sirvió una copa, dio un medio sorbo y se fue.
Al día siguiente, para sorpresa del vigilante se repitió la misma escena. Aquello ya mosqueó un poco más al buen hombre porque el toldo estaba cerrado y ese individuo sólo podía haber entrado por debajo por lo que de no ser un socio, era claramente un caradura....además también le extrañaba que bebiera fino en vez del famoso rebujito que se estaba poniendo de moda...
A la tercera noche el vigilante cerró la caseta de nuevo y esperó al sujeto que efectivamente volvió a aparecer en la caseta a las cinco y se dirigió a la barra. Sin embargo esta vez el vigilante le exigió que se identificará.
Con cierto mosqueo el individuo le dijo su nombre y ademas que él era el socio fundador de la caseta y que tenía más derecho que nadie a disfrutar de una copa en esa caseta. El vigilante sorprendido ante la actitud del individuo decidió dejarle sólo en la barra y le esperó fuera de la caseta, sin embargo cuanto volvió a entrar en la caseta el sujeto se había vuelto a esfumar.
Al día siguiente el vigilante le contó lo sucedido al presidente de la caseta quién se quedó de piedra al oir el nombre, ya que efectivamente era el socio fundador, pero esta persona había muerto hacía 4 años precisamente cuando volvía de la Feria. Para asegurarse le enseñó una foto al vigilante quién reconoció inmediatamente al sujeto entre otras cosas porque llevaba el mismo traje, sombrero y clavel rojo en la solapa.
Esa misma noche el vigilante y el presidente esperaron al borrachín nocturno, pero este no apareció, sin embargo cuando entraron en caseta se encontraron una botella de fino, una copa y un clavel rojo al lado....
Curiosa historia, ¿verdad?. Yo por mi parte he intentado averiguar la verdad sobre este asunto, así me he acercado al ferial y he estado preguntando en la calle Ignacio Sánchez Mejía para averiguar cual era la famosa caseta del fantasma.....sin embargo siempre me contestaban....
A pesar de todo sí que pude encontrar un fantasma y de los gordos cuando paseaba por al calle del infierno, que es la zona de las atracciones de la feria...Ya advierto que aunque sea sólo un dibujo espectral, esta imagen puede herir su sensibilidad....
Supermacho ibérico pone..jajaj. Bueno espero que les haya gustado esta pequeña entrada...pero es que estoy deseando irme a la Feria ya...al fin y al cabo son sólo 7 días de nada,,,,
Nos vemos.
Curiosa historia!!! Y de las buenas para promocionar caseta!! Cuanto habrá de verdad y cuánto inventado? A pesar de todo, historias se la feria q hay q conocer. JADR
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